El grupo no es solo un lugar donde la persona se siente acogida, sino un espacio de creación en común. Este espacio posibilita poner a prueba nuestros límites de crecimiento y dar paso al desarrollo de todas nuestras potencialidades. Aquí lo terapéutico y vivencial, lo metodológico y lo técnico, no van a excluirse si no que van a configurarse en un todo, que posibilita un camino.